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La pesca de dorados es una actividad fantástica llena de emociones y suele ser un tanto impredecible, en la cual los esquemas mentales que llevamos las personas que nos toca vivir a unos tantos kilómetros de estos hermosos peces, suelen verse destruidos al llegar al lugar de pesca, donde el clima, viento, equipos, actividad del dorado… etc…etc…etc… no son lo que uno esperaba… Es allí donde el pescador sea cual sea, debe adaptarse a las condiciones reinantes en el momento, cambio de técnica, lanzamiento, línea, moscas o cualquier otro factor que pueda llegar a ser determinante en la pesca, y que solo el pescador que llevamos adentro puede resolver de la manera adecuada y así poder obtener el mejor desempeño posible en el rio, tal cual a un subtitulo de una nota de Marcelo Morales: PROGRESAR SIGNIFICA CUESTIONAR LOS MEJORES CONOCIMIENTOS. A continuación les presentamos el testimonio de pesca de un amigo de Mendoza Fly Shop, Mauricio Morales, un buen pescador de dorados que comparte con nosotros su viaje de pesca y nos aporta datos que quizás sean de utilidad para la pesca de los tigres de rio.
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Programamos una salida al Rio Dulce para los últimos días de octubre esperando que el calor de verdad se hiciera presente en Santiago, para tener a los esquivos dorados activos. Nada de esto sucedió, ni calor, ni actividad de peces. Iniciamos la flotada del primer día sin poder mover ninguno, le preguntábamos al guía si estábamos haciendo las cosas bien, tiros, moscas, líneas y su respuesta era un contundente SI, paso seguido, la frase que nadie quiere escuchar “no quieren tomar “ .
El primer día terminó con una contundente derrota a los pescadores, ganó el río y los dorados ausentes. En la cena nos lamentamos de la mala jornada y tratamos de buscar consuelo en los buenos tiros realizados cerca de los palos, lugar preferido de refugio y acecho de los dorados.
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Encaramos el segundo día con la ilusión intacta y con la esperanza de poder clavar algún pescadito, pero la mañana trascurrió casi igual que la anterior salvo dos tomadas y dos cortes, es decir seguíamos en la línea de largada.
Después de parar a almorzar, volvimos a la flotada analizando un poco a los pescadores locales, que sacaban dorados robados y sábalos, los sacaban enganchados de cualquier lado, pero los sacaban del fondo, lo que inspiro mi conclusión. Entonces, opté por hacer un cambio de línea, no tenía una específica para esta pesca (sinkin tip), pero puse un shooting 150 grains con amnesia, era lo que tenía cargado en el extra spool del reel. Acto seguido el Guía sugiere, “ya que pusiste hundimiento vamos a pescar el pozón que está enfrente”, nos bajamos de la balsa y pescamos de vadeo esa zona. Los piques por fin se dieron y pudimos clavar un par de buenos dorados, seguimos avanzando tirando pegado a los palos, nada, siguiente estructura parecida los mismos resultados, al final de la corredera entrando al pozo un gran pique, hacia bastante que mi reel no se movía de esa manera y mi caña Orvis T3 número 6 se encontraba exigida al máximo. |
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Concluyendo cuando la pesca lo requiere hay que intentar cambios, salirse del esquema, cambiamos la pesca con flote cerca de los palos, por hundimiento probando en correderas y pozones, esperando aportar algún dato para esta pesca que guarda todavía muchos secretos…
Mauricio Morales
Colaborador Mendoza Fly Shop
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